capricho

Llegué a la plaza e inmediatamente pude sentir el aroma de Nella, y no me sorprendió saber que estaba allí, ya que se había mostrado muy confiada de lo que quería.

Me senté a su lado, aunque ella no habría escuchado ni un solo paso de los que había dado hasta llegar al banco, no por la rápidez que había empleado para hacerlo.

-¿para qué la ropa? ¿te irás de viaje? -pregunté con ironía y riendo levemente.

La miré extrañado cuando dijo eso, pero decidí seguirle el juego.

-¿enserio? ¿a dónde iremos? -pregunté con curiosidad fingida-. Espero que no a una playa, las playas son... feas -comenté con despreocupación.

Cerré los ojos, ¿había escuchado bien?, sí, mis oídos no podían fallarme.

-espera... ¿Convertirte? ¿quien dijo que... -si recordaba bien la conversación en el claro ella había dicho que queria que la mate. O quizás había mal interpretado sus palabras, pero no podía creer cómo era eso posible.

Yo había interpretado otra cosa y definitivamente me había sorprendido. No sabía qué consecuencias podría traer todo esto, pero sabía muchas otras cosas. Significaría una compañera en Forks y alguien con quien llenar mis ratos de aburrimiento.

-no te gustaría saber que tan bien está mi memoria -respondí al ver que se estaba burlando de mi-. Pero si te convierto... No podrás quedarte en Forks, los que te conocen notarían el cambio -le dije, era lo primero en lo que me había preocupado. Expondría demasiado a nuestra especie, levantaría muchas dudas.

Me quedé pensando unos segundos, ella sería una neófita dificil de controlar. Obviamente no podía dejarla sola y eso implicaba que yo también tenga que alejarme de Forks, al menos hasta que ella sepa controlarse sola. Aunque en Seattle estabamos en el derecho de hacer lo que queríamos.

Sabía que no podía abandonar mi proposito con los Cullen, mucho menos me convenía alejarme luego de haber tenido esa conversación con la rubia aquella. No podía dejar de saber qué estaba haciendo, desconfiaba mucho de mi y si me distraía cabia la posiblidad de que caiga en su trampa.

-si no es Forks entonces podrás quedarte aquí. Yo no podré hacerme cargo de ti todo el tiempo, tengo una vida tambien y cosas que hacer -dije ignorando su comentario anterior, la chica era un tanto arisca.

-lo haré, pero no te alejarás de mi y harás todo lo que te diga -la miré con seriedad, no quería que terminen matandome por su culpa.

No dije nada más y me paré del banco.

-si me sigues terminaremos con esto de una vez -dije para que ella no se quede atrás.

Dimos vueltas por unos minutos durante las calles del lugar, y por momentos me paraba en la casa de alguien, en silencio. Tratando de saber cuánta gente estaba viviendo adentro.

Finalmente dimos con una en donde se encontraba sólo una persona. No sabía lo que estaba haciendo, los gritos de Nella después de recibir la ponzoña serían demasiados obvios y terminarían llamando a la policía. Pero luego me encargaría de eso, me limitaría a taparle la boca con algo y listo.

Entramos a la casa, sin necesidad de hacer demasiada fuerza con la cerradura.

-quédate aquí y no hagas ruido -le dije a Nella, si ella entraba el sonido de sus pasos llamarían demasiado la atención.

Seguí el aroma del humano y entré. Luego volví a los pocos segundos, como si en realidad nunca me hubiese ido.

-ahora sí, entra -volví a hablarle y cerré la puerta tras ella.

-no, solo fui a darle el beso de sus buenas noches -dije sin preocuparme tanto en constestar, ya que ella sabía la respuesta y la que ella se imaginaba era la acertada-. Además no era él, era ella -agregué cuando llegamos a la sala y señalé a la mujer que estaba sentada en el sillón, parecía dormida en vez de muerta.

No le di mucha más importancia de lo que se merecía a lo que yacía en la sala y busqué la puerta que conducía al sótano. La abrí y entré, como siempre esperando a que Nella me siguiera.

-te daré dos minutos más para que lo pienses -dije mientras bajabamos las escaleras, aunque sabía que su decisión no cambiaría.

-no es mi problema si los odias... quizás desde aquí no se escuchen tanto tus gritos -dije con intención de darle algo de miedo a la chica o convertirla sería un poco aburrido.

Busqué la luz y la encendí. El lugar estaba sucio, al menos para mi opinión, demasiada basura alrededor, pero después de todo no tenía que preocuparme demasiado en eso, no era de gran importancia.

Le saqué la mochila de las manos a Nella, casi de un tirón y la dejé caer a un costado.

-se acabaron los dos minutos -dije y sin dar más vuelta y sin dejarla pensar en lo que estaba pasando me acerqué a ella a gran velocidad y hundí mis colmillos en su cuello, dejando que el veneno salga lo más rápido posible.

Me separé de ella y le tapé la boca al escuchar su grito ((re cruel el tipo xD)).

-callate o vendrán a ver qué es lo que pasa -dije a pesar de que sabía el dolor interno que causaba la ponzoña y que era casi imposible quedarse callado o quieto durante el procedimiento.

((puedo dejarte inconsciente?? xD))

-esto es por el bien social -dije mientras tomaba su rostro para que me mire-. Quizás te duela ahora, pero luego no lo recordarás -agregué y solté su rostro. Sus gritos me estaban dejando sordo y me molestaban.

Busqué entre toda la basura del sótano y encontré finalmente lo que parecía ser una lámpara vieja. Me dirigí hacia ella y la golpeé fuerte. Cayó incosciente al piso, con eso arreglaría el problema de sus insoportables gritos.

((AJJAJAJAj xDDD.. No se, pone que te despertaste o si queres hace otro post))